El Libro Oracular. El I Ching como guía.

El Libro Oracular. El I Ching como guía.

-Los oráculos existieron desde tiempos remotos y los más arcaicos se limitaban a respuestas interpretadas como Si o No.

En su comienzo, el Libro de las Mutaciones era un conjunto de signos que se usaban con fines oraculares.

Un libro sin palabras, una sucesión finita de signos no idiomáticos con infinitos significados.

Básicamente el “sí” se señalaba con un trazo entero —–, el “no” mediante trazo partido — —

De esa manera las respuestas eran muy abiertas, sin precisión, por lo cual comenzaron a hacer combinaciones.

Eso fue hecho duplicando los trazos para luego añadir un tercer elemento, otra línea más, formando un “trigrama”.

h5>Se formaron así los “ocho signos”, ocho trigramas, que representan imágenes, no de objetos sino de estados de situación.

“Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”

-Estos signos representaban los estados del Cielo y de la Tierra. Los que sucedía en uno y en otro teniendo al hombre en el medio.

Se forma una tríada entre el mundo ultraterreno del Cielo, lo abstracto, y el mundo corpóreo de la Tierra.

Los fenómenos se sucedían unos tras otros de la misma manera en la vida humana se sucedían los acontecimientos.

Un perpetuo movimiento de cambio de tal manera que hemos llegado a entender que “Lo único inmutable es la mutación”.

La meta a comprender no era el Ser, pensamiento occidental, sino al devenir.

Como dice Heráclito, filósofo pre socrático:

– “Ninguém entra em um mesmo rio uma segunda vez, pois quando isso acontece já não se é o mesmo, assim como as águas que já serão outras.”

Para indagar y poder penetrar aún más en el misterio del cosmos se combinan los ocho trigramas obteniendo 64 hexagramas, llamados “Kua”, compuestos por las líneas enteras o partidas según se vaya determinando a través de un sistema de divinación.

Considerando que algunas de las líneas de los hexagramas pueden mutar produciendo otro hexagrama su resultado señala entonces un devenir, un hecho que aún no manifestado en nuestro plano ya estaría produciéndose en otro invisible.

Su lectura trae a nuestra consciencia, a nuestro discernimiento, situaciones posibles que podrán manifestarse próximamente, dando al ser humano la posibilidad de corregir o reforzar el curso de acción del tema que está indagando.

Como la semilla que dentro de la tierra aún no se nota no obstante luego se manifiesta, aparece sobre la tierra, así los hechos se van continuamente sucediendo y formándose sin aparecer en nuestro plano inmediato de realidad, pero en sí ya están en germen dentro de la situación.

Entonces, el libre arbitrio ¿está considerado aquí?

Las Imágenes que nos muestra, los Comentarios para la Decisión, las interpretaciones de sus líneas, nos permiten escoger rumbos, decidir luego de reflexionar cuál es la acción correcta, o podemos desatender sus respuestas y seguir nuestro propio impulso.

Cada uno decide qué hacer.

Cada quién recibe su respuesta.

La vida es el camino que se recorre.

La observación de la naturaleza, sus ciclos y efectos, el sabernos dentro de ella, perteneciendo a su devenir natural, da al hombre la sabiduría y la humildad necesaria para ir haciendo su propio camino, ir “deviniendo” ser humano más “noble” lo que también se suele denominar como “hombre verdadero”.
Es nuestra la decisión y sus efectos, es nuestra la responsilidad.




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Teresa Gamboa

Licenciada en Filosofía y Prof de Filosofía y Pedagogía, trabajé como docente en aulas y Asesorías. Posgrado en Psicopedagogía Clínica, Orientadora en Educ Sexual. Estudios de pasicoanálisis. Instructora en Bioenergética, Resido en Brasil desde diciembre del 2017 y hasta ese momento trabajé como coach en Mindfulness junto al guía del grupo de budismo al que asisto. Entre los dos creamos a Ganapati, Meditación Urbana dando cursos de Mindfulness. Incursioné, en los últimos años dedicando mucho tiempo es sus estudios, en astrologia, Arquetipal, Junguiana, Psicológica, Transpersonal. Busqué comprender el lenguaje del Tarot y continué con los misterios y maravillas del lenguaje del I Ching. Su sabiduría llegó a mí hace ya treinta años y ha sido una guía de vida, un oasis, un ilimitado espacio donde encontrar lo invisible.

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